La mafia petenera



Estuardo Zapeta.


Este estudio fue publicado en el website de la organización insightcrime.org, un ente de investigación del crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe.

Conocido sólo como el Reporte Petén, pero cuyo título oficial es Grupos de Poder en Petén: territorio, política y negocios, presenta un análisis de dos clanes en expansión, tanto territorial como política, y cuya influencia mayor, según se infiere del estudio, es la alianza con el crimen organizado.

Los dos clanes identificados en el Reporte Petén son los del diputado y presidenciable del partido Líder, Manuel Baldizón, y el otro es del diputado por la coalición UNE-Gana Manuel Barquín.

Este estudio fue publicado en el website de la organización insightcrime.org, un ente de investigación del crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe.

(Visite: http://www.libertopolis.com/downloads, en tres partes).

El estudio es un extenso recorrido de 208 páginas, utilizando una combinación de metodologías, analiza el surgimiento de los presuntos “ejes” de poder de los “clanes Baldizón y Barquín,” originalmente desde Petén, para adentrarse en el alargamiento de las redes más nefastas de corrupción y control político en el Congreso.

Según el reporte: “En Petén se ha constituido una estructura de poder vertebrada en torno a los grupos de alcance nacional liderados por Manuel Baldizón y Manuel Barquín . . . En la interacción entre estos grupos se difuminan las fronteras entre lo lícito e ilícito. Durante los últimos ocho años han controlado al menos Q635.3 millones de la ejecución de la obra pública, que se ha convertido en el botín de estos grupos”.

Y prosigue: “El objeto de estudio planteado ha sido relativamente poco estudiado en Guatemala. Los resultados de la investigación dan, en primer lugar, elementos para la identificación de estos grupos, su caracterización y sus estrategias de acumulación política y económica. En segundo lugar, elementos sobre su interacción con grupos criminales y su impacto en el sistema político”.

De hecho, el estudio analizar una serie de ONG utilizadas para la ejecución de obra pública, negociada previamente a partir del “listado geográfico de obras” y luego profundiza en la utilización de esa estrategia como “moneda” de intercambio clientelista en un triángulo que inicia con la relación “clan-ONG-Municipalidad”, pero que luego se extiende, cual “red social”, en un modelo de “viralización” desde el Congreso y con epicentro en Petén, al establecimiento de un “clientelismo nacional” pagado con “obras”, al estilo de mutual Exchange que a su vez controla el sistema -po-lítico.

Ese control, tanto de territorio, obras y municipalidades, no es invisible al crimen organizado de cobertura nacional como el narcotráfico, el cual se convierte como una cuarta “pata” indispensable para la mesa que sostiene ese sistema de corrupción.

Explica el reporte que: “Grupos criminales dedicados principalmente al narcotráfico, se han ido implantando en Petén, a través de la diversificación de sus inversiones . . .

Los grupos de poder regional, que son objeto de esta investigación, se han instalado y desarrollado en este entorno; cowwmparten estos ámbitos de acumulación y tienen nexos entre sí”.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día martes 16 de agosto 2011.