Hoy, 21 de Mayo de 2.010, era cristiana.

Dice Luis del Val (a Don Luis del Val le admiro como escritor) que la televisión es un elemento imprescindible; no se puede vivir al margen de la tele, excepto los eremitas o los filósofos huraños" No soy filósofo ni eremita, a lo mejor soy huraño, la cosa es que no veo tele hace muchos años. Hará cosa de un mes, una compañera del trabajo me regaló una tele; compré el tdt y el euroconector en Eroski (32 euros) y ahí lo tengo, para cuando vengan mis hijos a visitarme. Sólo la he prestado antención un día, anteayer, para "ver" el partido Atlético de Madrid-Sevilla; lo escuché en la radio, en RNE, que es más emocionante, y me dormí al comienzo del segundo tiempo. Con esto no quiero decir que no vaya a disfrutar de ella en otras ocasiones, pero no me apasiona como electrodoméstico de uso continuado, le doy más importancia a la lavadora, el frigorífico y la radio, son menos alienantes.
Luis del Val promociona su libro "Estamos dentro", que trata de la trastienda televisiva, y dice algo muy interesante, algo así como que "en televisión salen personajes porque salen en televisión"; "Esa perversión siempre me ha fascinado y ha ido creando monstruos que se necesitan para la bulimia de un público cada vez más ávido de esas cosas". Señor del Val, este huraño puede prescindir perfectamente de los monstruitos televisivos, basta con meterme una pequeña dosis todos lo lunes con la revista Pronto, me es más que suficiente.

¡¡Oh, la Creación!!
Noticia que hará Historia, se ha creado la primera célula artificial. Esto sí que es una exclusiva y no las de Belén Esteban. La célula es una unidad básica y con vida propia de un ser vivo. Es decir, por primera vez en la historia del mundo mundial, el hombre ha creado vida, ¡una célula, casi nada!... y posiblemente su creador es un tibio espiritual, alguien que no se viste de nazareno en Semana Santa ni pone la crucecita en la declaración de Hacienda, ni se pone a rezar en público para que le hagan fotos como el Molto Honorable Don Francisco Camps, víctima de una conspiración socialista-policial. ¿Qué tienen que decir a esto los Provida y Don Benedictus?