La venganza fue terrible (II)

(Introducción en el post anterior)

Los aliados llegaron acompañados por el odio y las poblaciones sometidas por los nazis se cobraron las cuentas en horrenda moneda de sangre. Los vencidos fueron internados en campos de concentración - a menudo en los propios lager nazis - en condiciones atroces, deportados, sometidos a marchas de la muerte y sevicias sin cuento, a torturas dignas de los peores especialistas de la Gestapo; fueron masacrados, violados, humillados hasta límites inverosimiles. En Praga, por poner sólo un ejemplo, hubo una quema de alemanes colgados en fila de las farolas, como antorchas vivientes; la mayoría eran miembros de las SS, pero los checos no eran muy meticulosos al diferenciar los uniformes e insignias y también incineraron vivos a soldados de la Vehrmacht.
La noche del 5 de mayo de 1.945 hombres, mujeres y niños alemanes refugiados en una escuela fueron sacados al patio de diez en diez y fusilados; los supervivientes hubieron de desnudar y enterrar los cadáveres, protagonizando escenas que no hubieran desentonado en Babi Yar. En la Könisberg sometida a la ocupación brutal de los rusos la hambruna provocó casos de canibalismo dignos del Leningrado sitiado. El general estadounidense Lucius Clay, de la Comisión de Control de los Aliados, reconoció el uso sistemático de torturas a alemanes sospechosos, algunas inspiradas en las que empleaban las SS en Dachau: "Por desgracia, en el ardor de los momentos posteriores a la guerra recurrimos, para obtener pruebas, a medidas que no habríamos utilizado una vez extinguido dicho ardor"

Cifras:

Tres millones de muertos después de acabada oficialmente la guerra; 16.500.000 civiles expulsados de sus hogares; 200.000 niños nacidos en 1.946 fruto de las violaciones...