Cosas de un astro del firmamento televisivo


Carlos Larrañaga: "Me planteo más mi entierro que mi vida"

A este hombre le ha sentado muy mal la separación o estaba buscando un buen titular para llamar la atención. La verdad es que se ha pasado la vida intentando llamar la atención. Hubo un tiempo en que, si no llega a atraer la atención de Mercero, su carrera se hubiese ido a la mierda.
El señor Larrañaga es un facha redomado de los que siempre andaban diciendo que con Franco se vivía mejor. Lo tenía crudo entre la profesión por imbécil y por facha. Pero Mercero le salvó dándole el papel de marido de la boticaria en Farmacia de Guardia.
Aún así, siguió siendo un facha estúpido, un engreído, y me toco sufrirle en cierta ocasión: Nos embarcaron en el mismo vehículo de producción, una furgoneta, camino de nuestras respectivas casas tras una grabación de Farmacia. Pues la "estrella" no se dignó a dirigirme la palabra durante todo el trayecto. Me pasé el viaje charlando con el conductor. Más tarde me enteré del motivo de esta antipatía: Él era muy importante (Él que estaba comiendo gracias a Mercero y a Antena 3) para rebajarse a compartir el vehículo de producción con un actor desconocido como yo. Le había sentado fatal esta intromisión en su divinidad, pero le convencieron porque no había más vehículos disponibles en ese momento.
Posteriormente supe de otras patochadas de este grandísimo memo. Ahora le ha vuelto a dejar otra mujer porque no hay dios que le aguante, y ya les está lloriqueando a los escasos periodistas que le tienen en cuenta. ¡Que te folle un mono, soplapollas!