Usted es la diferencia



JORGE JACOBS A.

Aunque nuestra Constitución dice que Guatemala es una república, la realidad dista mucho de ese ideal; a lo más que podemos aspirar actualmente es a una democracia incipientemente decadente. La diferencia principal es que en la República nadie está por encima de la ley, y esta protege los derechos individuales de todos los habitantes. Parece un ideal tan sencillo pero es tan difícil de alcanzar que muy pocas veces en la historia algunas sociedades se le han acercado. Eso sí, cuando lo han hecho el progreso de la humanidad se ha acelerado considerablemente.



El problema de la democracia es que tarde o temprano degenera al punto donde los políticos que aprenden a manipular el sistema para vivir muy bien de él siempre paran abusando del poder en su propio beneficio y el de sus cercanos, en detrimento del resto de la población.

La solución de fondo es encaminarnos a una verdadera república, que es lo que pretende empezar a hacer la propuesta de ProReforma. Pero mientras llegamos a ese punto, hay otras cosas que los ciudadanos podemos hacer, siendo la principal evitar que algún político pueda hacerse de demasiado poder. En nuestro caso particular, la mejor forma de lograr eso es evitando que cualquier partido tenga mayoría en el Congreso.

¿Por qué? Porque debido a la forma en que muchas personas en Guatemala votan, generalmente los partidos que más posibilidades tienen de llegar a dirigir el Organismo Ejecutivo también serán quienes mayor número de diputados tendrán. En un caso extremo, como los que se daban antes en Guatemala y que esperamos no se repitan, el mismo partido que dirige el Ejecutivo tiene también la mayoría de diputados, y eso hace que se elimine la separación de poderes, convirtiendo al Congreso en una simple oficina de trámites para quien se transforma, prácticamente, en un dictador “democráticamente” electo.

Así que, indistintamente de cuáles sean sus preferencias presidenciales, yo le invito a que reflexione bien su voto para diputados, tanto los de la lista nacional como los de la lista distrital. Aún si su preferencia es por los candidatos que actualmente encabezan las encuestas, no vote a ciegas por los candidatos del mismo partido, sino analice también las otras posibilidades disponibles.

Si usted contribuye a que quienes lideran las encuestas —los primeros dos puestos, que son los que más probablemente pasen a la segunda vuelta— no tengan una mayoría en el Congreso, le hará un gran favor no solo a todos los guatemaltecos, sino a los mismos candidatos presidenciales, al evitarles ser envueltos por el manto corruptor del poder absoluto.

No tenga pena de que su candidato no obtenga suficientes diputados. La mayoría de votantes no hacen esta reflexión y votan “en línea” por el mismo partido, así que está en sus manos evitar que el sistema se siga degradando. ¡Vote cruzado!

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día jueves 25 de agosto 2011.