Mentalidad de pobres

JOSé RAúL GONZáLEZ MERLO


La pobreza y el subdesarrollo tienen menos que ver con situaciones accidentales y más con el seguimiento de políticas económicas y sociales equivocadas. Por lo tanto, no existe razón “estructural” para que sigamos siendo pobres. Ahora que vamos a cambiar de gobernantes es oportuno reflexionar respecto de los paradigmas mentales que contribuyen a que sigamos en el subdesarrollo.


La cooperación internacional nos sacará de pobres. Imagínense que Estados Unidos, cuando era pobre, hubiese tenido que seguir las directrices de la “comunidad internacional”… O que algún banco multilateral hubiese “financiado su desarrollo”… Pero no fue así. EE. UU. tuvo que salir de pobre por sus propios medios, lo que les forzó a seguir políticas públicas que fomentaron un ambiente para la creación de riqueza. Seguridad física y certeza jurídica en el marco de un estado de derecho son una poderosa combinación para crear un ambiente propicio a la inversión. Como decía Milton Friedman: “no se fijen en lo que hacen los países ricos hoy, sino en lo que hicieron cuando eran pobres y se volvieron ricos”.


Guatemala es un país rico; lo que pasa es que la riqueza está mal distribuida. Esa mentalidad es uno de los lastres que nos mantienen pobres. El guatemalteco promedio crea tan solo US$4 mil 700 de riqueza por año. El estadounidense promedio crea 10 veces más. No nos engañemos, ni los recursos naturales, ni Tikal ni Antigua Guatemala ni el Lago de Atitlán son fuente de riqueza. Tampoco nuestra herencia cultural. Si no somos capaces de usar todo eso para crear un ambiente que atraiga inversión privada y convierta esos recursos en riqueza, seguiremos redistribuyendo pobreza.


Hay que combatir la pobreza. Este es un corolario de la mentalidad anterior. Una expresión de la mediocridad que nos caracteriza al momento de solucionar nuestros problemas. Siempre es más fácil “combatir” la pobreza mediante políticas redistributivas que mediante la creatividad, innovación y trabajo que representa la creación de riqueza. Además, alrededor del “combate a la pobreza” se ha creado una industria de “consultores”, “expertos” y ONG que han descubierto un rentable modus vivendi. Para ellos no es creando más riqueza mediante nuevos productos, servicios y empleos como se saca a un país de la pobreza. Es creando nuevos estudios, consultorías y dependencias estatales financiadas con fondos públicos. Con esa calidad de asesoría, no le extrañe que sigamos siendo pobres y que la industria de la consultoría sobre la pobreza florezca.


Así que para salir de pobres es fundamental cambiar nuestra mentalidad. Pero también hay que entender que unos, por razones ideológicas, prefieren la mediocridad, y otros, por razones de intereses creados, prefieren la pobreza. A ambos hay que ignorarlos.


Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 14 de junio 2011.