Educación privada y calidad educativa

Verónica Spross de Rivera


En la última década hemos visto una fuerte expansión de la cobertura en el sistema educativo, principalmente en el nivel de primaria. Actualmente prácticamente todos los niños se inscriben en primer grado, pero no todos concluyen la primaria. El gran dilema hoy día es en relación con la deficiente calidad educativa que se tiene. Una mejor calidad educativa redunda en un mayor ingreso de por vida para las personas que la reciben, en mejores condiciones para las familias y redunda en un crecimiento más rápido y sostenible en aquellos países donde la educación prepara a los jóvenes con las competencias básicas que les permiten tener éxito en la vida y en el mundo laboral.


Los indicadores señalan las deficiencias de nuestro sistema educativo. En las pruebas de rendimiento a los niños de sexto grado, la mitad de ellos no satisface el mínimo esperado en lectura y en matemática y menos de una cuarta parte logra obtener la calificación satisfactoria. Cuando se ha evaluado a los docentes también se perciben serias deficiencias. Y, lo más preocupante es que solamente uno de cada diez graduandos de la secundaria sale bien preparado como para ir a la Universidad.


Además de esos indicadores tenemos información como la que nos brindan Oppenheimer, Arboleda o Enríquez, referente a la gran deficiencia que tenemos en América Latina en cuanto a la formación en las áreas científicas, como matemática, química o física. No estamos preparando a los jóvenes para inventar o crear productos y servicios nuevos. La cantidad de patentes que se genera en América Latina es mucho menor a la de otros países como los asiáticos, norteamericanos o europeos. Aprender idiomas y tecnología constituyen herramientas fundamentales para el trabajo y el desarrollo personal, así como también la adquisición de competencias suaves, como tener la capacidad de ser flexibles o trabajar en equipo.


En nuestro país, la secundaria cuenta con una fuerte participación del sector privado en la oferta del servicio educativo. En el ciclo básico más de la mitad de los jóvenes son atendidos en colegios privados y en el ciclo diversificado cerca del 80%. Al hablar de elevar la calidad educativa, esta realidad representa un gran desafío y a la vez una oportunidad. El reto se centra en lograr un marco legal y un ambiente institucional que fomente el mejoramiento de la calidad educativa.


La Constitución incorpora la educación privada y establece el derecho de los padres de familia a escoger la educación que consideren mejor para sus hijos. La Ley de Educación también contiene lineamientos relativos a los centros educativos privados, estableciendo que deben cumplir como mínimo con el currículo nacional y serán supervisados. El problema del marco legal de la educación privada comprende la vigencia del Decreto 116-85, que regula el porcentaje en que pueden aumentarse las cuotas escolares, y su reglamento, que establece el plazo en que queda vigente dicha cuota y además, otorga una tremenda discrecionalidad a las autoridades ministeriales, pudiéndose llegar incluso a la sanción del cierre del colegio. Ello, aunado a la participación de la Diaco, que quizás sin querer, se ha transformado en un elemento distorsionador del marco operativo que enfrentan los colegios. Los incentivos son contrarios a la necesidad de sumar esfuerzos en el ámbito educativo.


La existencia de una regulación de cuotas dificulta el funcionamiento y operación de los colegios, pues por un lado dificulta la inversión en calidad, en temas como capacitación de docentes, dotación de materiales e insumos y, por otro lado, otorga un poder discrecional a las autoridades educativas en relación con los colegios. Se requiere una urgente modificación al marco institucional y legal que regula a los colegios, a fin de modernizar el sistema, buscando fortalecer más bien un esquema basado en el proyecto educativo de centro, en la certificación y en la medición de resultados, que deberían ser publicados para facilitar la toma de decisiones de los padres de familia.


Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día miércoles 15 de junio 2011.