Jesucristo embiste

A Jesucristo se le puede sacar a hombros o se le pueden cortar las orejas y el rabo. Si ustedes siguen leyendo lo van a entender unas líneas más abajo.
Ciertas personas del alto y del bajo clero que destacan por su imbecilidad, llegan a mostrarse más imbéciles aún cuando mezclan fanatismo religioso con fanatismo taurino.
Es el caso del reverendo padre Don Pedro Rocamora, capellán de la plaza de toros de La Condomina de Murcia. (Supongo que está ahí para dar la extrema unción a los toreros si son cogidos de gravedad, ya se sabe que en los cosos taurinos patrios no suele haber equipos quirúrgicos pero hay brujos con sotana) A Don Pedro le han dedicado una placa en la plaza en la que se reproduce una de las frases talentosas del propio Don Pedro: "La oración del hombre ante el ruedo de la vida" ¡Ingeniosísima!, con tanto talento va a dejar en ridículo a los mismísimos Jardiel Poncela y Gómez de la Serna. Pero en donde Don Pedro se nos muestra sublime de verdad - imposible superarlo, ni Jesulín - es en esta frase lapidaria de clara inspiración divina: "Jesucristo es el mejor toro y el mejor torero" ¿Se puede adoctrinar más sabiamente a las masas?, ¿se puede ser más preclaro y preciso?... Al parecer Jesucristo no fue voluntariamente al sacrificio, no le envió Dios, le llevaron a la fuerza en un camión como a los toros. Ojo al dato: esta sorprendente revelación puede conducir a un concilio ecuménico o a un cisma.
Y ahora en serio: El rechazo de una gran parte de la sociedad - la sociedad civilizada - a los espectáculos de maltrato de animales, está haciendo que los taurinos se vuelvan más imbéciles de lo que eran.

(Fuente: páginas taurinas de el periódico "La Verdad" de Murcia)



Refractarios

Hace poco leí por ahí que un diez por ciento de las personas con las que nos encontramos en la vida no nos tragan. Es verdad. El último caso que yo estoy viviendo es con una cajera de supermercado. El primer día que cruzamos nuestras miradas, la suya irradió una mala hostia tremenda contra mi. Y me ha sucedido toda la vida, con vecinos, con compañeros de teatro, con gente que te encuentras por la calle... Los dados a explicaciones "sobrenaturales" lo atribuyen a que son seres con los que nos hemos llevado mal en una anterior reencarnación. Eso me parece una gran chorrada, creo que se trata de química, muchas personas somos refractarias y punto. Nos amamos básicamente como nos odiamos básicamente... sin motivos.