¡Banderita, tú eres roja!; ¡Banderita, tú eres gualda!

Estos días se ve a mucha gente con banderitas rojigualdas. He observado coches, camiones y motos que "lucen con orgullo la enseña nacional" Algo tiene que ver la selección futbolera que nos representa en Sudáfrica, aunque a los no futboleros se la resbale esta representación.

Y en algo han cambiado los tiempos, la banderita que hoy exhiben los hinchas es la constitucional, la legal, la fetén, la genuina de España en democracia. Antes la bandera constitucional sólo estaba en los mástiles de los balcones de ayuntamientos, en los salones de plenos y en pocos sitios más. Por la calle se veían banderitas fachas a tutiplén, ¡qué tortura de transición!..., y muchas en pegatinas de relojes. Era la bandera del aguilucho, esa que representó a Franco y a su sucio régimen durante cuarenta años en los que los hijos de puta vivieron mejor. Recuerdo una parida que escribí en la revista satírica en la que colaboré durante un tiempo: "En la fiesta de Blas, todo el mundo salía con unas cuantas banderas de más" Me refería a Blas Piñar, el icono por antonomasia de la ultraderecha, una momia franquista como Fraga pero sin veleidades democráticas.

Eran tiempos en los que Marujita Diaz - una Marujita no tan joven como la de hoy - cantaba en los teatros y en los platós de TVE eso de "Banderita, tú eres roja; banderita, tú eres gualda" Y dicha cancioncilla se cantaba pensando en "aquella" bandera, no en esta. Hoy en día la bandera facha la lucen los falangistas, los de Manos Limpias y los de la cabeza rapada y los cerebros disminuidos, y también un gran sector del PP "en la intimidad".

A mí siempre me han dado repelús los uniformes, las sotanas y las banderas. Si tanto les gusta a los futboleros, podrían crear una bandera de la Selección de Fútbol. Sería más justo, representaría a quien debe representar exactamente, a los forofos del fútbol, o mejor dicho: a la Selección de Fútbol. Yo no creo que represente a España una selección que está formada en su mayoría por jugadores del Barça a los que dirige un ex jugador y ex entrenador del Real Madrid. Es como si se quisiese representar con la ikurriña a un equipo de petanca de Albacete.

De todas formas, las banderas son un contrasentido, y pintarse la cara con sus colores convierte a los que lo hacen en mamarrachos carnavaleros, aunque sólo sea porque a nadie le van a pagar el dinero que les pagan a esos futbolistas. Es como arrastrarse pasando hambre por debajo del pendón glorioso del señor conde. ¡Por supuesto, el señor conde nos defendía de los señores feudales enemigos!... jamás lo pondré en duda. ¡Loa y honor al señor conde!

La bandera representa "los valores de siempre", la defensa "a sangre y fuego" de la patria inmortal, y cada patria inmortal - sumando millones de muertos que sí son mortales y muchos siguen en la cunetas - tiene su bandera, su ejercito, sus púrpuras y sotanas y su "orgullo patrio", todas esas cosas que tenían que haber desaparecido hace tiempo si nos hubiésemos humanizado por fin.

De todas formas, pues digo yo... ¡Viva Ezpanya!, ¡vamos a machacarles, ea!, ¡oé, oé, oé!, ¡arbitro, hijo de puta!...




¡¡NO HAY DERECHO!!

Ayer mereció ganar Inglaterra. En la segunda parte dominó el partido y tuvo más ocasiones de gol. ¿Y qué coño pinta Estados Unidos jugando al fútbol?, pregunto enojado yo. ¿Lo suyo no son otros deportes más genuinamente americanos? Y Argentina se las hizo pasar putas a Nigeria. El cabrón del portero de Nigeria le jodió las buenas intenciones a Messi. Quiero que a Argentina la eliminen enseguida, lo siento por Messi, pero no me gustan esos fanfarrones ni el gran chulotonto Maradona.
¡Ojalá que haya una final Inglaterra-España y que gane... el más suertudo!